
Crear una empresa es un proceso complejo que conlleva una serie de decisiones muy importantes, como la elección del nombre, el diseño del logotipo, la selección del mensaje a comunicar a los consumidores o los canales de comunicación que se van a utilizar, entre muchas otras.
Crear un nombre para una empresa debe ser una prioridad si queremos construir un negocio sólido con mayores posibilidades de éxito, pues el naming es clave para facilitar que los consumidores puedan recordar, pronunciar y escribir el nombre de la empresa.
Veamos cinco pasos esenciales que debemos seguir a la hora de seleccionar el mejor nombre para nuestra empresa.
1. Lluvia de ideas: generación de ideas
En primer lugar, es necesario realizar un brainstorming o lluvia de ideas. Se trata de un proceso que persigue generar la mayor cantidad posible de ideas de nombres, sin descartar incluso las más peculiares o descabelladas.
Es fundamental que estas ideas sean creativas y relevantes con la marca y su objetivo o, en su caso, con los productos o servicios que ofrece la empresa. Los juegos de palabras, por ejemplo, son una buena alternativa para añadir nombres de empresa interesantes. Veamos algunas herramientas interesantes que facilitan la lluvia de ideas:
- Scapple. Es una de las más interesantes por su facilidad de uso e interfaz de usuario amigable.
- Jamboard. Es una alternativa gratuita que ofrece Google para procesos de brainstorming.
- Miro. Para crear diagramas y mapas mentales en tiempo real.
2. Investigación: investigando opciones
Una vez que se han generado una gran cantidad de ideas de nombres, y se cuenta con una lista extensa, es el turno de realizar una investigación y análisis de cada una de las opciones. Entre los procesos a realizar en esta investigación, podemos nombrar:
- Verificar si ya existen marcas con el mismo nombre.
- Investigar si existen connotaciones negativas en los nombres.
- Revisión de las búsquedas de los nombres en los principales buscadores (Google, Bing o Yahoo) y en las principales redes sociales (Facebook, Instagram, YouTube…).
- Comprobar si el nombre se puede registrar (registro de marcas, dominios de internet y similares).
- Identificar los nombres de los principales competidores del mercado para detectar pistas o ideas que faciliten la elección de la mejor alternativa.
3. Refinar: acotar la búsqueda
En la tercera etapa del proceso de creación de un nombre para una empresa, se filtra la lista de nombres para reducirla y tener una serie de alternativas valiosas e interesantes para la elección final.
En este proceso, tenemos que eliminar los nombres que no cumplen con los criterios, objetivos o principios del negocio, lo que nos deja con un número de alternativas más reducido. Entre los criterios para realizar los descartes, hay que incluir:
- Que el nombre sea fácil de pronunciar, escribir y recordar.
- Que se trate de un nombre sea distintivo y atractivo.
- Que el nombre sea relevante o esté de alguna forma relacionado con el negocio.
- Que no se parezca a otras opciones del mercado.
Para evaluar estos criterios, debemos hacernos preguntas: ¿es sencillo de pronunciar?, ¿es un nombre demasiado largo?, ¿este nombre representa el negocio?, ¿qué impacto tiene el nombre escrito?, entre otras cuestiones relacionadas.
También puede ser interesante realizar algunas pruebas con los nombres sobre distintos soportes, como papel, teléfonos móviles, y similares. De esta manera, se tendrá una imagen más real de cómo quedará el nombre en distintos canales y entornos donde se utilizará.
4. Pruebas: búsqueda de comentarios
Con una lista más reducida y optimizada, es el momento de someterla a la opinión del público objetivo, es decir, de usuarios que coincidan con el target o perfil de cliente ideal (buyer persona) a la que se dirige la empresa. Para obtener feedback sobre los distintos nombres de la empresa, se pueden utilizar técnicas como:
- Encuestas online.
- Discusiones internas por miembros de la empresa.
- Consultas en los círculos cercanos.
- Asesoramiento de empresas especializadas.
5. Finalización: tomar la decisión
Con toda la información recibida en la fase de pruebas, se dispondrá de información valiosa para poder tomar la decisión final y seleccionar cuál será finalmente el nombre de la empresa.
Es importante elegir un nombre que sea atractivo, adecuado y coherente con la identidad y los valores de la marca (además de que esté disponible para su registro legal y que sea fácil de proteger).
Si el nombre seleccionado no acaba de convencernos, es mejor detenerse en el proceso y comenzar de nuevo desde la primera fase de lluvia de ideas, ya que la elección del nombre es clave para el futuro del negocio.
Conclusión
Hemos visto cómo crear un nombre para una empresa siguiendo una serie de etapas definidas que permitirán obtener los mejores resultados.
El naming es un proceso clave que debemos afrontar de forma planificada para poder elegir el nombre ideal para nuestro negocio, que consiga un gran impacto en los consumidores y que facilite los procesos de identificación y recuerdo.