
La denominación es lo primero que conocen los consumidores sobre una empresa, así que debe ser lo suficientemente atractiva para captar su interés. En un entorno extremadamente competitivo, trabajar bien el naming puede marcar la diferencia a la hora de atraer clientes.
El nombre no solo debe ser atractivo, sino que debe vincularse con la imagen que desea transmitir la marca y con sus valores. De esta forma, con solo leerlo, los consumidores sabrán si esta empresa tiene algo que ofrecerles.
Vamos a analizar con mayor detalle cuál es la verdadera importancia del nombre de un negocio, cómo ayuda a conectar con el público, y algunos ejemplos de empresas que han sabido hacerlo muy bien en este campo.
¿En qué beneficia un nombre a una empresa?
Todos los consumidores estamos influenciados por ciertas ideas. Por ejemplo, asociamos la moda italiana con ropa con un diseño único y de gran calidad.
Partiendo de esta base, una tienda de ropa o una firma de moda con nombre en italiano (aunque no sea italiana de origen) lo va a tener un poco más fácil para calar en la mente de sus clientes potenciales. Porque se va a beneficiar del efecto halo asociado a la creencia sobre moda italiana.
Pensemos ahora en los productos cosméticos noruegos. Sabemos que en Noruega hace mucho frío, así que, ¿quién va a saber más sobre el cuidado de la piel que aquellos que la exponen de forma constante a condiciones extremas?
Esto ha hecho que marcas como Neutrogena sean muy populares dentro y fuera del mercado europeo. De hecho, es una de las marcas de más prestigio para el cuidado de la piel en Estados Unidos.
Con solo ver el nombre, los consumidores perciben una serie de creencias que les hacen estar más dispuestos a adquirir el producto de esa marca antes que el de otra.
Por supuesto, no todo depende del nombre, es fundamental trabajar la imagen de la marca. Pero está claro que una buena denominación es el primer paso para conseguir que una empresa llegue a ser reconocida en el mercado.
A partir del nombre, podemos empezar a construir ese conjunto de sensaciones e ideas que deseamos que el público asocie a nuestros productos o servicios.
Los buenos nombres de marca llaman la atención
No son extraños los conflictos entre marcas con nombres muy similares. En el caso de Häagen-Dazs, la marca denunció a su competidora Frusen Glädjé, por intentar copiar su estrategia de marketing utilizando un nombre escandinavo.
El juicio lo ganó Frusen Glädjé, porque los jueces estimaron que los nombres no causaban confusión en los consumidores. Sin embargo, Häagen-Dazs era ya tan fuerte en el mercado, que la otra marca acabó por fracasar y tuvo que desaparecer.
La marca es uno de los principales elementos de diferenciación en el mercado. Del nombre depende, en buena parte, la primera impresión que van a recibir los consumidores. Pero ¿qué características debería tener?
Memorable
La denominación tiene que quedar impregnada en la mente de los consumidores. Para ello, tiene que ser fácil de recordar y de reconocer. Por eso, las denominaciones cortas y sencillas suelen ser muy populares. Pensemos, por ejemplo, en Nike, Adidas, Apple, etc.
Significativo
Aunque no siempre ocurre así, lo recomendable es que exista una relación entre el nombre y lo que ofrece la empresa. De esta forma, el consumidor puede hacer fácilmente la asociación, incluso aunque esté ante una entidad nueva en el mercado.
Si no existe una identificación directa entre el nombre y lo que se vende (pensemos de nuevo en Apple, que vende dispositivos tecnológicos), hay que trabajar muy bien la imagen de marca para conseguir esa asociación.
Diferenciador
Todas las empresas que hay en el mercado prestan atención a lo que hacen las demás, pero no intentan copiarlas porque saben que esto sería un error. Pues bien, con el nombre pasa exactamente lo mismo.
La denominación de un negocio debe ser totalmente original. Solo así conseguimos que el consumidor sepa exactamente de qué empresa se trata cuando escuche su nombre.
Atractivo
Un nombre que destaca resulta llamativo y despierta la curiosidad de los consumidores. Esto hace que deseen conocer más sobre la empresa y que se interesen por ella.
Los buenos nombres de marca conectan con los clientes
El nombre es mucho más que una denominación, es una herramienta de marketing. En este sentido, debe ser capaz de transmitir la visión y la cultura de la empresa, los valores que defiende.
Los consumidores identificarán estos valores y surgirá así un vínculo entre ellos y ese negocio. Por ejemplo, hoy en día, todos asociamos a Tesla con eficiencia energética y cuidado del medio ambiente. De esta forma, un consumidor que necesite un coche y desee uno que no contamine, pensará rápidamente en esta marca.
Un buen nombre para la empresa le permite destacar en el mercado, captar el interés del público y mostrar en apenas una o dos palabras qué es lo que ofrece. En consecuencia, merece la pena dedicar tiempo a buscar un buen nombre, o incluso dejar el naming en manos de profesionales.