Por qué tu identidad verbal es tan importante como tu logotipo

En este artículo venimos a romper un mito: tu marca solo depende de tu logo. Esa falsa idea de que con cambiar tu logo lograrás la diferenciación que buscas. Venimos a hablarte de la importancia de la identidad verbal.

Hay vida más allá del logo. Y también de lo visual. Cómo hablas es tan importante como cómo te ves. En este post te explicamos las claves de la identidad verbal y los beneficios para tu marca.

Qué es exactamente la identidad verbal

Lo primero es lo primero: a qué nos referimos cuando hablamos de Identidad verbal.

En el mundo del branding hablamos de identidad verbal cuando nos referimos a la representación de la personalidad y plataforma de una marca a través de elementos exclusivamente verbales. Elementos como su tono, su vocabulario o incluso sus temas de referencia. Aquí puedes leer más sobre cómo crear un manual de identidad verbal

En resumen, la identidad verbal de una marca es un conjunto de decisiones que afectan a la forma de hablar de una marca. Son guías y límites para su comunicación que ayudan a transmitir su identidad verbalmente.

¿Cuál es su rol dentro de la identidad de marca?

En la identidad de una marca el componente visual (logo, paleta de colores, etc.) y el componente verbal funcionan como un tándem. Son representaciones que se complementan y apoyan una en otra cuando es necesario.

De hecho, si pensamos en una marca de manera sensorial su identidad está siempre presente a través de una de estas dos representaciones. Cuando una no es perceptible para un sentido, la otra entra en escena.

Pongamos por ejemplo una cuña de radio. A pesar de que la identidad visual de una marca es de gran importancia, en medios sonoros es completamente imperceptible. Es en este caso cuando la representación verbal se vuelve nuestra única baza.

Además de eso, una buena combinación entre identidad visual e identidad verbal puede ser una herramienta clave para una diferenciación aún mayor. Sobre todo en sectores muy competitivos.

Y es que cuando tu marca se asemeja visualmente o verbalmente a sus competidoras (puede ser por limitaciones legales del sector o códigos muy marcados), podrás recurrir a la otra para diferenciarte mejor.

Beneficios de una buena Identidad verbal

Una buena identidad verbal es mucho más que una buena dupla para la identidad visual de una marca. De hecho, juega un rol clave para convertirla en una marca relevante y consistente.

Estos son algunos de los beneficios que puede suponer desarrollar un buen manual de identidad verbal:

  • Relevancia

¿De qué hablan tus potenciales clientes? ¿Utiliza tu marca su mismo vocabulario? Desarrollar una identidad verbal que concuerde con las expectativas de tus consumidores y con las tendencias de tu categoría te ayudará a despertar interés.

Si lo piensas: ¿cuántas marcas enfocadas a adolescentes conoces que hablan como una persona adulta haciéndose pasar por joven? Además de generar cringe, las hace completamente irrelevantes para su público objetivo.

  • Diferenciación

Tal y como hemos mencionado anteriormente, una buena combinación entre identidad visual e identidad verbal ayuda a generar mayor diferenciación. Pero solo la representación verbal también puede hacer tu marca única.

Hay marcas que, simplemente, hablan de una forma propia. Su forma de comunicar con palabras es distintiva, las aleja del resto. Solo a través de las palabras son capaces de diferenciarse.

¿Un ejemplo? Ryanair. Habla sin rodeos, sin películas. Directa al grano y sin vender lo que no toca. Todo lo contrario al resto de aerolíneas.

  • Valores de marca

No siempre es fácil transmitir qué define a tu marca solo a través de elementos visuales. Los colores, formas y sus combinaciones son claves, pero las palabras te ayudan a ir un paso más allá.

La personalidad de tu marca. Su propósito. Los valores que definen todo lo que hace. Existen formas muy sencillas de poner estos conceptos tan abstractos sobre palabras. Y comunicarlos con cada una de ellas.

Piensa por ejemplo en marcas cuyo propósito es un cambio. Heura, por ejemplo. ¿Qué buscan? Desafiar el status quo. ¿Y cómo es su forma de hablar? Retadora. Directa. Preguntona.

  • Consistencia

Un buen manual de identidad verbal es la guía que busca todo tu equipo para que tu marca sea coherente. Da igual el contexto, el público o el objetivo. Si todos respetan cómo habla tu marca, siempre sonará consistente.

De hecho, uno de los principales beneficios de la identidad verbal es brindar herramientas que ayuden a fluctuar el tono sin perder la esencia de tu marca.

No hay que irse muy lejos para entender su uso. 2021, pandemia. ¿Cuántas marcas empezaron a comunicar de un día para otro de una forma seria, fría y distante? Gracias a una identidad verbal bien definida, su tono podría haber mutado sin renunciar a su voz.

  • Tu propio sistema verbal

En resumen: que tu marca tenga una forma de hablar muy suya. Ya sea con un vocabulario muy concreto, unas temáticas bien definidas o estructuras de comunicación propias.

Un sistema verbal será útil no solo para hacerlo reconocible, si no que supondrá una herramienta clave para definir estrategias de comunicación y conceptos para tus campañas.

Te ponemos un ejemplo: la marca NotCo. A través del uso recurrente del prefijo “Not” y la negación como algo positivo, crea un sistema verbal reconocible y fácilmente extrapolable a nuevos productos o campañas.

Tu logo no está solo

En resumen: tenemos buenas noticias. No todo depende de tu logo y tu identidad visual. Gracias a la identidad verbal puedes desarrollar nuevas palancas de diferenciación para tu marca. Y desde Aranda estamos dispuestos a ayudarte a que tu marca hable con sus propias palabras.