
El packaging es la especialidad del diseño que se encarga de crear todo tipo de envases para todo tipo de productos. Tiene una función práctica, ya que envuelve el producto y muestra información sobre él pero también, tiene una función comercial ya que, el buen diseño de envases, atrae la mirada del consumidor.
Entre todos los proyectos de packaging, los que se realizan para el sector de la perfumería y la cosmética resultan siempre llamativos. Nos gustan, no podemos evitarlo. Es posible que el motivo sea porque contienen productos destinados a nuestro cuidado personal y están pensados para el placer y el deleite propio.
También porque son productos de naturaleza aspiracional y, por tanto, son envases que necesitan diseños creativos, originales y diferentes. Por eso, hoy, en nuestro blog, hablamos de las tendencias actuales del packaging cosmético, mostramos algunos de los proyectos del sector y analizamos este negocio que crece cada día.
Tendencias: naturalidad vs. colorido
Al igual que la alimentación, la cosmética se adapta a las tendencias sociales. El mejor ejemplo es que, cuando los consumidores demandan ingredientes saludables y productos respetuosos con el medio ambiente, muchas marcas cosméticas han incorporado productos sin parabenos, sin restos de aluminio y sin sustancias potencialmente tóxicas, alérgicas o contaminantes.
La cosmética ecológica está de moda como también lo está lo natural, lo sencillo y lo asequible. Las marcas Aesop, Kiehl’s y Dr. Hauschka son claros ejemplos de esta tendencia y, además de compartir filosofía, comparten un estilo similar en el diseño de sus envases con etiquetas tipográficas, colores neutros y con un carácter serio. Estos diseños sobrios atraen a públicos sibaritas que buscan calidad.
El packaging de cosmética natural comparte un estilo común, casi medicinal. Su diseño sobrio expresa eficacia probada y seriedad sin frivolidad.
En oposición a la tendencia anterior, hoy también estamos viviendo la búsqueda de la estridencia, del color, de lo llamativo y de lo diferente. Como no puede ser de otra manera, el packaging cosmético también ha abrazado esta tendencia y son muchos los productos que ensalzan el vitalismo, la energía, la originalidad y la frivolidad.
En estos casos, el diseño puede ir más allá de las etiquetas y llega al diseño del propio envase tal y como hace Louboutin con sus descaradas lacas de uñas y sus característicos aplicadores que evocan los altísimos tacones de aguja que tanto le gustan al diseñador. Porque moda y cosmética van de la mano.
La originalidad es un valor en alza en el packaging cosmético y por eso, muchos productos apuestan por envases con diseños nuevos y originales.
Libertad sí, pero con concepto
Mientras que en el diseño de envases de productos alimentarios hay que cumplir estrictas normativas, en el mercado de la cosmética y la perfumería hay menos restricciones lo que permite plantear diseños más creativos. Esta libertad mal entendida puede llevar a diseños vacíos de contenido del que nacen envases sin argumento que viven un discreto momento de éxito para, después, quedar obsoletos.
Y, ¿cómo es un packaging con un concepto sólido? Un excelente ejemplo nos lo ofrece Hermès y su serie de perfumes Un Jardin. Hermès creó cuatro gamas olfativas basadas en jardines –uno en el río Nilo, otro en el mar Mediterráneo, otro más en algún lugar de Asia después de un monzón y el último, en una terraza parisina–.
Este hilo conductor nos invita a pasear por lugares exóticos y a percibir sus fragancias y, todo ello, se concreta conceptualmente en un packaging ilustrativo, de carácter casi decorativo, con una tipografía clásica y con frascos de vidrio de tonos intensos y degradados. Y, esto sí, es puro lujo conceptual y el ejemplo perfecto de que un packaging que nace de un buen concepto tiene un gran recorrido.
Aunque Hermès lanzó estos perfumes como ediciones limitadas, la bella serie Un Jardin se reedita continuamente y nos enseña como un buen diseño de packaging, coherente con el producto que contiene, es siempre un éxito.
El diseño de packaging en alza
Un rápido vistazo al mercado cosmético actual nos muestra que este sector ha crecido a nivel mundial. En concreto, en España, la exportación de este tipo de productos ha alcanzado su récord en los últimos seis años con un incremento del 8,6%. Este crecimiento se debe a la amplia oferta, a las continuas innovaciones del sector y como no, a su capacidad de atraer y fidelizar a los públicos.
Por estos motivos, ha crecido la demanda de diseño de packaging cosmético lo que invita a los diseñadores, a la creatividad, a la reinvención, a la búsqueda de nuevos materiales y soportes y a contar historias en un envase por pequeño que sea. Es un reto y también nos gusta, ¡no podemos evitarlo!