El proceso de naming

Resolver con éxito el proceso de naming es una de las decisiones más importantes que tendrá que tomar tu empresa. De hecho, la buena marcha de un producto o negocio comienza, precisamente, por su nombre. ¿Listo para descubrir todos sus entresijos en este post?

¿Alguna vez te has parado a pensar todo el poder que alberga un simple nombre? La verdad es que condiciona notablemente la percepción que tiene el público sobre aquello que designa. Esto es así hasta el extremo de que una mala nomenclatura socava los cimientos de cualquier proyecto corporativo.

Son muchos los factores que entran en juego cuando hablamos de “bautizar” a una empresa o producto. Sin embargo, salir airoso de este complejo proceso está al alcance de tu mano. ¡Sigue nuestros consejos y prepárate para sacarle el máximo partido al naming!

¿En qué consiste el proceso de naming?

El proceso de naming es una estrategia de marketing que tiene por objetivo ponerle nombre a una marca. Para llevarlo a cabo es necesario manejar criterios no solo creativos sino también analíticos y legales.

Desde luego, designar la nomenclatura de una marca no es fruto de la improvisación. El nombre que se le asigne debe reunir una serie de requisitos para cumplir su función de manera realmente satisfactoria (coherente, memorable, no registrado, evocador, etc.) Por eso, este proceso debe cuidar todos y cada una de las variables.

Un típico proceso de nomenclatura se estructuraría en los siguientes pasos:

  1. Investigar cómo es la marca: recopilar información sobre su historia, valores, intereses…
  2. Desarrollar unaestrategia de nomenclatura: tomando como base la información obtenida en el paso anterior, se fija un plan de acción que concluye en un resumen creativo donde se incluyen varias propuestas de nombre.
  3. Hacer la criba: generalmente, esta etapa del proceso de naming se lleva a cabo por varios “nombradores” (namers) que explorarán las posibilidades de las distintas propuestas presentadas.
  4. Presentar los resultados: se presenta al cliente el proyecto con los nombres que han superado las cribas anteriores (es recomendable someterlos antes a una revisión jurídica).

3 claves para realizar un proceso estratégico de marca

Decimos que un proceso de naming es estratégico cuando resulta verdaderamente útil para la marca. En este sentido, la “utilidad” se traduce en ser capaz de crear un nombre único, beneficioso, estimulante, flexible y atemporal. Lograrlo es cuestión de observar tres claves.

Establecer objetivos claros

Como cualquier otra estrategia, la mejor forma de comenzar un proceso de nomenclatura es pararse a pensar. En este caso, lo primero que debes hacer es preguntarte qué pretendes conseguir con ese nombre.

Tener claros cuáles son los objetivos específicos que buscas alcanzar con el nombre de tu marca es esencial para medir los resultados de esta estrategia. Como ya habrás podido adivinar, estamos hablando de una etapa crucial sobre la que se asientan todas las demás.

Articular tu identidad corporativa

Lo siguiente que debes hacer es plantearte qué representa tu empresa exactamente y qué buscas lograr con ella. La respuesta a tales preguntas te indicará cuáles son tus valores corporativos: esos que el nombre está destinado a resaltar.

En realidad, esta fase es más compleja y filosófica de lo que parece a simple vista. Resolverla adecuadamente implica responder a cuestiones como la misión, visión y valores de tu marca, ya que estos tres factores influyen en todo lo que hace tu empresa. ¿Cómo no iban a afectar a la nomenclatura?

Crear tu perfil de usuario

Los usuarios son el leitmotiv de tu negocio. Así pues, es imprescindible que tengas presente quiénes son a la hora de establecer el nombre de tu marca. A fin de cuentas, es una herramienta que utilizas para comunicarte con ellos.

Grábatelo en la cabeza: un buen nombre debe tener en cuenta cómo son las personas a las que se dirige. Así pues, definir a tu público objetivo es un paso previo imprescindible dentro del proceso de naming.

Consultar con un abogado de marcas una búsqueda exhaustiva

A menudo, concebimos la estrategia de naming como un proceso netamente creativo, pero el aspecto legal tiene mucho peso. Después de todo, ¿de qué sirve encontrar el nombre perfecto si ya está registrado a nombre de otra empresa?

Como ya adelantábamos, incluso antes de elegir el nombre definitivo, es aconsejable descartar aquellos sobre los que ya pesen derechos de autor. En este punto, nada puede igualarse a la efectividad de un abogado de marcas que se encargue de filtrar exhaustivamente a los posibles candidatos.

Por supuesto, una vez concluido el proceso de naming es vital que el abogado de marcas verifique que está libre y realice los trámites necesarios para su registro. 

Según hemos visto, el proceso de naming condiciona decisivamente tu marca. Desarrollarlo conforme a una estrategia integral (objetivos, identidad corporativa, target) y consultar con un abogado de marcas te permitirá dar con el nombre perfecto para tu empresa o producto.