Tipografías en identidad visual. ¿Qué hay de nuevo?

Uno de los pilares fundamentales que sostienen el diseño de una identidad visual es la tipografía. Este elemento es uno de los que más protagonismo adquieren en un lenguaje gráfico, ya que, aún hoy en día, el texto escrito tiene un gran poder.

La tipografía corporativa es un elemento más del universo visual de una marca pero elegir entre una u otra no es una decisión menor. Definir la tipografía adecuada facilita la comunicación, ayuda a expresar la filosofía y la personalidad de la marca y atrae al público oportuno.

Para ilustrar esta afirmación podemos decir que no es igual la impresión que causa una tipografía clásica y con serifa, que otra moderna, o una egipcia u otra de base geométrica. Mientras unas expresan seriedad y respeto, otras muestran cercanía y amabilidad, otras innovación o trasgresión… y así, hasta completar una larga lista de cualidades deferenciadoras.

¿Qué hay que tener en cuenta para elegir una tipografía? Piensa en grande

Cuando nos enfrentamos a la búsqueda de una tipografía para una compañía tenemos que acotar sus necesidades actuales. En general, estas necesidades comprenden su comunicación online y offline además de su papelería corporativa o sus documentos de uso interno y externo, del diseño de la imagen corporativa de la empresa.

Cada compañía, como ya sabemos, tiene unas necesidades específicas y, en este caso, es básico tenerlas presentes. Pero también recomendamos abordar esta búsqueda pensando en grande, lo que quiere decir que debemos tener en cuenta sus necesidades futuras.

El motivo de este Think Big es que la compra e implementación de una tipografía es un proceso costoso para las empresas –y no sólo económico ya que también requiere una inversión de tiempo–.

Dado que las compañías ya no son estáticas y crecen y se adaptan al medio continuamente es básico prever sus necesidades futuras para que, la tipografía elegida, pueda representar y acompañar a la marca el mayor tiempo posible.

Entre otras cuestiones, se debe tener en cuenta en qué idiomas se expresa hoy la marca y en cuales se expresará en el futuro, qué tipo de caracteres especiales necesita o necesitará e incluso, si desarrolla o desarrollará apps para sus clientes.

Web Fonts y Google Fonts

Hasta hace unos años en el diseño web había bastantes restricciones tipográficas lo que se traducía en un panorama online profundamente aburrido.

Incluso, para aportar originalidad con tipografías diferentes, muchas compañías optaron por sustituir los textos con imágenes, lo que provocaba serios problemas de posicionamiento dado que los buscadores no podía leer la información de la web ya que no había texto.

Pero esos días pasaron a la historia con la irrupción de las Web Fonts que, para explicar de forma resumida, son aquellas que todos los navegadores reconocen.

Desde su nacimiento, las Web Fonts han provocado una revolución tipográfica en internet. Además de aportar variedad han hecho aumentar la competitividad porque, a día de hoy, el éxito de una tipografía pasa porque tenga una versión web.

Después de la aparición de las Web Fonts hemos asistido al nacimiento de las Google Fonts pero, ¿en qué consisten? Éstas son todas las tipografías con licencia similar a la del software libre (SIL Open Font License) que el gigante Google pone a nuestra disposición de forma gratuita. Además, las Google Fonts incluyen tipografías web de Adobe y el servicio Typekit.

Estamos convencidos de que la tendencia de democratización y de acceso universal a la información es imparable y también la abrazarán las grandes compañías.

De hecho, los diseñadores ya proponemos estas tipografías como herramientas facilitadoras en el desarrollo e implementación de sus identidades corporativas si bien, en muchos casos, estas tipografías de acceso libre pueden ser mejoradas o ligeramente retocadas, de manera que así, se consigue aportar cierta personalización.

Las tipografías gratuitas son un avance, es cierto, pero el hecho ser de acceso libre, puede provocar su uso masivo, privándolas de la exclusividad que suponen las tipografías de licencia no abierta.

Este es un aspecto a tener en cuenta porque, tal y como comentábamos al principio de este post, las tipografías ayudan a marcar el carácter único de cada compañía y, si su tipografía de usa indiscriminadamente, carecerá de distinción y originalidad.

Además, desde Aranda queremos también reivindicar el trabajo de los tipógrafos, los especialistas de la materia que siempre son el punto de referencia para abordar la elección de una tipografía corporativa.

Office Fonts

Otro problema al que se enfrentan las compañías cuando implementan una nueva tipografía es la necesidad de que los programas de Office (Word, Excel y Power Point) las reconozcan incluso cuando los documentos pasan de un ordenador a otro.

Hasta hace poco este tema era una fuente de problemas pero, hoy en día, se puede resolver fácilmente de manera que ya no es un impedimento para elegir una u otra tipografía. Para solucionarlo, se trabaja las tipografías de manera que sus archivos quedan incrustados en los documentos de Office y, por tanto, no es necesario que estén en el ordenador.

Este proceso da lugar a las Embedded Fonts que también han mejorado sustancialmente el panorama tipográfico corporativo actual.

En resumen, ¿qué hay de nuevo?

Lo nuevo, hoy, son las tipografías gratuitas y la posibilidad de modificar y adaptar cada familia tipográfica para que cumplan los requisitos específicos de cada compañía. Pero hay otra tendencia del mundo tipográfico que nos apasiona porque, de alguna manera, lo nuevo siempre tiene cierto componente nostálgico.

Esta última tendencia, la más nueva en tipografía, consiste en revisitar, actualizar y modernizar las tipografías clásicas. Un buen ejemplo es el caso de la tipografía Futura y de su nueva versión llamada Futura ND Alternate que reinventa sus formas pero hace un elegante tributo a su larga historia. De esta manera, une prestigio, actualidad, practicidad y como no, rabiosa tendencia.