
Llevamos años discutiendo sobre la inexistente marca España. Todo lo que se puede considerar como tal no tiene la aprobación de los diseñadores nacionales ni identifica en ningún caso a los ciudadanos. Este problema viene de largo, ya que ningún gobierno ha apostado por crear una marca nacional fuerte, reconocible y sólida.
Como consecuencia, España tiene una imagen desdibujada y no es capaz de mostrar su potencial. Pero, para una nación, ¿es necesario tener una marca país?, ¿qué aporta? y ¿qué implicaciones tiene? En Aranda creemos que este tema merece una reflexión y, por eso, le dedicamos este post.
¿Qué es una marca país? Hablemos de Canadá.
Si hacemos un breve estudio de lo que se considera “marca país” no podemos evitar fijarnos en Canadá. Tal vez este es un ejemplo recurrente, pero sin duda es el que mejor define el concepto. Pero, ¿qué es una marca país y por qué Canadá es ejemplar en este sentido?
Una marca país es un proyecto que aúna posicionamiento, estrategia y diseño. Solo definiendo y alineando con una voz común estos tres elementos pueden nacer marcas de países fuertes y con repercusión internacional –su principal objetivo–.
Por una parte, el posicionamiento y la estrategia se centran en los valores intangibles del país, valores complejos de definir y acotar pero que conforman la identidad de una nación. Podemos considerar valores intangibles sus costumbres, su base cultural, su personalidad colectiva y sus valores como sociedad.
Por otra parte y, una vez que se ha definido la parte estratégica, se debe crear su identidad visual. Es importante aclarar que la identidad de un país no es una campaña publicitaria turística. La identidad visual de una marca país tiene espíritu de permanencia y nace para mantenerse en el tiempo frente a lo efímero que resulta una campaña de ámbito temporal.
Canadá es probablemente el que mejor han entendido que, en el caso de tenerla, su marca país tiene que ser fuerte. Y, ¿por qué? Porque cuida su cultura propia y se enorgullece de ella, además de que tiene una voz propia que comparten todos sus ciudadanos. El objetivo de la marca de Canadá pretende eliminar estereotipos negativos y anticuados (principalmente de los norteamericanos) y revalorizar su riqueza cultural y natural.
Canadá es una nación que cuida con especial cariño todo lo relacionado con el diseño y con la proyección de su imagen. El diseño de Know Canada fue diseñado por Bruce Mau que desarrolló la idea de usar las dos franjas rojas de la bandera canadiense a modo de marco en el que se encuadran escenas cotidianas del país, sus recursos naturales, sus gentes y su creatividad. Tanto conceptual como gráficamente el resultado es inmejorable pero, lo más importante, a través de esta marca, Canadá ha ganado visibilidad y reconocimiento.
Made in…
Además de acabar con estereotipos y de proyectar una imagen original, otro de los beneficios de tener una marca país potente es que se revalorizan los productos nacionales lo que se traduce en una industria nacional con mejor acogida en países extranjeros. En este sentido, una marca país tiene los mismos objetivos que una marca comercial, es decir, expresar sus beneficios y mostrar sus productos y servicios de la forma más atractiva posible.
Cuando en cualquier etiqueta de cualquier producto leemos “made in…”, “producido en…” o “hecho en…” y, a continuación un país, inconscientemente lo asociamos con mucha o poca calidad por la información que tenemos de este lugar. Cuando lo países tienen un posicionamiento memorable y han trabajado en su identidad, generan empatías con los públicos de todo el mundo.
En el caso contrario, cuando no se han trabajado los valores de un lugar, los públicos sienten desconfianza y extrañeza hacia el producto. Por tanto, otro de los valores positivos de que los países trabajen su marca es que sus productos de revalorizan lo que se traduce en una industria más fuerte.
Uno de los rasgos que siempre ha potenciado Alemania con su marca país es su capacidad técnica y su innovación industrial. Por eso, los productos Made in Germany son apreciados por su calidad.
Pero, ¿un país es una marca?
Después de analizar el caso de Canadá y de aclarar qué es una marca país o cuáles son sus beneficios, aún podemos preguntarnos si realmente un país es una marca. En principio, todo nos lleva a pensar que sí pero, ¿este planteamiento es igual para todos los países? En este caso, la respuesta también es positiva si bien, cada proyecto de marca país tiene que tener en cuenta que el mayor reto es aunar diferentes sensibilidades y emociones bajo un mismo concepto.
Estamos convencidos de que son muchos los beneficios de tener una marca país duradera y sólida que unifique a un territorio pero este no es trabajo fácil aunque sí es un proyecto bonito.
Compartid con nosotros vuestra opinión sobre cómo una marca país aporta valor a una nación y ¡abramos el debate!